enamorado

sucedio en Medrano, La Rioja, con las tibias luces, de aquella explendida mañana.
Entre copas y jolgorio, con tapas de jamon y queso, pan con panceta y chorizo, y degustacion de vinos.
Entonces me enamore de ella, al probar su dulzor en mis labios, suabe y fresca fue en mi boca, haciendo enloquecer mis sentidos.
Aquella explendida mañana, ocho de agosto del dosmil diez, me enamore de la uva, la que se cria en medrano, y que da la vida a sus caldos.
Por ISMAEL GIMENO
El gladiador del verso

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